jueves, 16 de septiembre de 2004

Dzunum y el Himno Nacional

     Fco. González Bocanegra                      Jaime Nunó

Himno Nacional Mexicano
       CL Aniversario
                         2004

El poeta potosino Francisco González Bocanegra, (1824-1861) y el catalán Jaime Nunó, (1824-1908), autores de la letra y música del Himno Nacional Mexicano, respectivamente, nos regalaron de la fuente de su inspiración este bellísimo símbolo patrio que nos ennoblece y enorgullece a los mexicanos.

Su estreno, nos dice la historia, se llevó a cabo el 16 de septiembre de 1854 en un teatro de la ciudad de México, bajo la batuta de Jaime Nunó a cargo de una banda militar y con las voces de la soprano Balbina Steffenone y el tenor Lorenzo Salvi.

Este 16 de septiembre se cumplirán 150 años de ese gran evento a partir del cual se instituyó el Himno Nacional Mexicano como emblema nacional al par de la bandera y su escudo.

El actual Secretario de Gobernación en persona, está promoviendo el homenaje a nuestro Himno, para lograr que a la hora y fecha previamente establecida, sea cantado por todo el pueblo mexicano. Enhorabuena Sr.Creel, que buena falta hace recordar el nacionalismo de los mexicanos, que nunca debe perderse.

Bueno, yo, Dzunum, modestamente no me quedo atrás para rendir justo homenaje a tan bello emblema. Se cumplirán cincuenta años de haber recibido de manos del Secretario de Educación Pública en aquel entonces, Lic. José Angel Ceniceros, nada menos que una honrosa mención honorífica que mereció mi trabajo literario denominado “El Himno Nacional y el Destino de México”, entregada en el Palacio de las Bellas Artes en un hermoso y solemne festival del que se darán una idea si el administrador nos hace el favor de publicar el programa en detalle, así como otros documentos que acreditan lo que les estoy relatando, y que han sido enviados adjunto a este breve artículo.

En verdad me agrada contar estos detalles a mis paisanos y amigos. Además creo que no puede ser más oportuno el momento en que celebramos ciento cincuenta años de nuestro Himno ¿No les parece?
Cincuenta años hace que le rendí homenaje a nuestro emblema en quince o veinte cuartillas que se requería y en cuyo contenido puse el corazón, como lo sigo poniendo en todo lo que escribo.

Adolescente aún, cuando cursaba mi secundaria, me inscribí a la convocatoria de la SEP a través de un diario periodístico que desapareció hace dos o tres años, propiedad del gobierno federal de nombre El Nacional y me puse a trabajar, como lo estoy haciendo ahora. El resultado fue esa presea que me llena de satisfacción.

Por más que busqué, no pude encontrar sino algunos párrafos en hojas borradores: “Poema sagrado, clave del patriotismo. Sean dichosos en los cielos los dignos poetas que te dejaron escapar de su corazón para perfumar los rizos de la Suave Patria, cantada por López Velarde”……”Canto épico pleno de belleza, eje del sentimiento nacionalista y patriótico de los mexicanos”

Bueno, son dos muy pequeños párrafos de lo poco rescatado, que denotan la fogosidad e idealismo de la adolescencia, pero sí me acuerdo que, después de las loas, hice una descripción metafórica de todos los versos del Himno Nacional, todos, incluyendo aquellos que, no sé si para bien o para mal, han suprimido las autoridades federales.

Cincuenta años después, me pondré de pie en la fecha y hora convenida y entonaré con emoción, mi hermoso himno.

Dzunum.

domingo, 23 de mayo de 2004

Quién es un Líder

Jaramillo

   Quién es un Líder
        (Anécdota Histórica)
                 2004

A propósito de los artefactos explosivos detonados en tres oficinas bancarias (y otra más, fallida), en la población de Jiutepec, Mor. en las primeras horas del domingo 23 de los corrientes y haciendo un lado todos los cuestionamientos que pueden surgir sobre los hechos y sus motivos, que pueden ser muchos, (como la desigualdad social, la banca en manos de gansters o la impunidad del gobernador de la entidad dedicado al narcotráfico), al enterarme de que los panfletos dejados por los dinamiteros se referían a un aniversario más del artero asesinato del líder zapatista Rubén Jaramillo junto con su esposa e hijos, nuevamente renació mi indignación y me puse a remembrar con amargura y también con nostalgia.

Tengo algunos recuerdos del día 27 de mayo de 1962.


Me encontraba en la, desde entonces tranquila ciudad de San Luís Potosí, capital del Estado del mismo nombre. Estaba allí para la práctica de un ajuste de seguros con motivo de un conato de incendió que sufrió una pequeña fábrica de aceites, precisamente llamada Fábrica de Aceites San Luís.


Había pasado la noche en un hotelito colonial que rebosaba pulcritud y me sentía alegre y optimista en una mañana espléndida, en plena juventud y después de un sueño plácido en una cama de latón bien abrillantado y unas deliciosas sábanas seguramente parecidas a las sábanas de holanda de las que habla Federico García Lorca.


En un rincón -también recuerdo- sobre un armazón metálico, había una palangana o jofaina, de blanco peltre (allá le llaman lebrillo) y una gran jarra de agua (de aquella agua deliciosa que existía en el Bajío en aquellos tiempos). Las toallas en el toallero, de impecable blancura.


Lo dejé todo como estaba. Preferí salir, de acuerdo a mi costumbre, a darme un buen regaderazo aunque el baño se encontraba fuera de la habitación.


Saboreaba mi café negro en el restaurante del hotel y disfrutaba el tabaco de mi cigarro, alojando el humo en unos pulmones vigorosos y aún limpios. Además con la atmósfera de esos años, el aroma del cigarrillo era un deleite.


Abrí un periódico local, que alguien me alcanzó y vi con estupor e indignación el titular de la primera plana que decía: ¡Rubén Jaramillo asesinado!


Al enterarme en detalle de la noticia, mi malestar empeoró: Decía la crónica de la noticia, que fue masacrado por elementos del ejército mexicano (¡qué vergüenza!), en compañía de sus dos hijos, su esposa y su nuera embarazada. Fueron pasados a bayoneta calada. Desde entonces tengo aversión por los militares.


Rubén Jaramillo: luchador social, nacido en 1900 en Tlaquiltenango, Mor. A la edad de 14 años se unió al ejército zapatista donde luchó hasta la muerte del Caudillo del Sur.


Se le debe la creación (con el apoyo del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, del Banco Ejidal y del Ingenio Azucarero de Zacatepec, que llegó a ser el más grande de América o parece ser que del mundo.


Fue Co-fundador de la Unión Nacional de Productores de Caña y aunque luchaba pacíficamente por el reparto de tierras, continuando la labor de Emiliano, tuvo que tomar de nuevo las armas contra los enemigos, caciques y funcionarios, corruptos, como siguen siendo en la actualidad, con el apoyo del Partido Comunista Mexicano. Obligado por las circunstancias mantuvo una resistencia armada en las montañas de Morelos.


Durante el gobierno del Gral. Manuel Avila Camacho fue amnistiado y se le permitió conservar sus armas, dedicándose a la vida normal de nueva cuenta.


En 1945 fundó el Partido Obrero Agrario Morelense y en dos ocasiones: 1945 y 1952 luchó por la gobernatura de Morelos, sin haberlo conseguido.


Organizó a los campesinos para trabajar las tierras ociosas de Morelos y finalmente en 1958 el entonces Presidente de la República, Adolfo López Mateos, le brindó garantías para que dejara definitivamente las armas, pero transcurridos cuatro años, Rubén Jaramillo fue masacrado por elementos militares y policía judicial de Morelos.


Una semana antes (del asesinato) López Mateos se hizo fotografiar en un abrazo aparentemente fraterno con Rubén Jaramillo. Esta fotografía la publicó en su portada la revista Política que dirigía el también luchador social Manuel Marcué Pardiñas.


Sí señores, el gobierno del Lic. Adolfo López Mateos ordenó el vil y más despiadado asesinato de la historia de México, en la persona de este Líder Agrario y su familia. Así se las han gastado los Presidentes de México (con muy escasas y honrosas excepciones).


A través de los años han surgido algunos rumores de lo que podría ser verdad.


Se dijo que el “aneurisma” que causó la muerte de López Mateos no fue tal, sino un balazo en el cuello. Asimismo que los campesinos de Morelos fueron borrando del mapa uno a uno a los que intervinieron directamente en la ejecución de Jaramillo y su familia: soldados y judiciales.


A lo largo de la República Mexicana cientos de calles y avenidas, así como escuelas y nosocomios, llevan el nombre de López Mateos. Así es este México que hace honor a quien menos lo merece.


El nombre de Rubén Jaramillo, que yo recuerde, no, ninguna calle. Tal vez en Morelos, algún ejido o callejón de pueblo lo lleve.


Pero uno de mis hijos sí lo lleva orgullosamente y también lleva el nombre de Rubén la letra de un corrido que yo compuse y que comienza: “Ya muchos te han olvidado. Aunque tu muerte sintieron. Pero habemos muchos otros. Que guardamos tu recuerdo. Quisiera que me escucharas. Jaramillo desde el cielo”


Dejé a medias el desayuno en San Luís Potosí y me tragué la amargura que sigo tragando cuarenta años después, al ver a mi Patria secuestrada de por vida por mafiosos.


Dzunum


El abrazo... y a la semana: la ejecución


   RUBEN JARAMILLO
            (Corrido)
     L y M de Dzunum

Ya muchos te han olvidado
aunque tu muerte sintieron
pero habemos muchos otros
que guardamos tu recuerdo
Quisiera que me escucharas
Jaramillo desde el cielo.
Nunca dejaste la lucha
que te heredara Zapata
“La tierra, dijo Emiliano,
es para el que la trabaja”
“Tierra y Libertad” exige
el famoso “Plan de Ayala”
Labraba la tierra ociosa
robada por los caciques
era labor espinosa
como rama de mezquite
Pero un luchador social
sin riesgo, no tiene chiste.
Lázaro apoyó a Rubén
Manuel le dejó sus armas
para que de los caciques
se pudiera defender

Alemán y Ruiz Cortines
nada quisieron con él.

Rubén continuó la lucha
por la justicia en Morelos
por eso buscó la ayuda
de Adolfo López Mateos,
el que lo mandó matar
pero lo abrazó primero.

Adolfo López Mateos,
¿Por qué lo mandó matar?
con sus hijos y su nieto
que apenas iba a brotar?

Le hicieron su Chinameca
Allá en su tierra natal.
Las nuevas generaciones
no te deben ignorar
por eso en este corrido
tu historia vengo a cantar

Aquel veintitrés de mayo
maldita fecha será.
Muy cerca de Xochicalco
te llevaron a matar
chacales de dos gobiernos:
estatal y federal
El que acabó con tus sueños
también acabó muy mal.

Dzunum

jueves, 8 de enero de 2004

Prueba Contundente



Prueba Contundente.


Por ahí por 1965 o 1966, me encontraba desempeñando una comisión oficial en la ciudad de Hermosillo, Capital del Estado de Sonora.
¡Son tantos los buenos recuerdos que tengo de Hermosillo! y en general de Sonora, que empatan en número con los (recuerdos) que tengo de los sonorenses.
¡Ah qué gente!


Ellos, junto con los de las dos grandes penínsulas de la nación, la de Yucatán y Baja California, pésele a quien le pese, “se cuecen aparte” (discúlpenme por el uso de frases coloquiales, pero en muchas ocasiones son las de más contenido y elocuencia)


Y, a propósito de cocimiento, sí se cuece uno, sobre todo si a las dos de una tarde de agosto, se te ocurre subir a pie el Cerro de la Campana para disfrutar la vista panorámica de la ciudad. (Ni siquiera un turista gringo se atreve)


¿Saben algo? En aquel tiempo se elaboraron y disfrutaron los mejores tacos de cabeza de res, del mundo: bocado casi celestial, para no decir regio o de cardenal. El exquisito bocado culinario y gastronómico se debió a un indio yaqui, ya de cierta edad en aquel tiempo, a quien apodaban “El Chamarula” que por las tardes, al terminar su venta, se iba zigzagueando por la calle de Comonfort empujando el pesado carro que constituía su puesto de tacos, en completo estado de embriaguez. Y es, que, los que conocíamos el secreto para no hacer “cola”, le llevábamos de obsequio una cerveza “tipo lager” (ligera) de la marca High Life, cuya fábrica estaba precisamente a media cuadra, en Dr. Hoeffer y Comonfort y que desapareció por obra y gracia de uno de los dos voraces monopolios cerveceros que existen en México.


Aquí “entre nos” les diré que lo de Tipo Lager (hablábamos de cerveza) el secreto que tiene es lo barato que resulta su elaboración debido a la poca cantidad de materia prima empleada, lo que trae como resultado una baja densidad y una baja graduación alcohólica. Pero ya hablaremos de cerveza en otra ocasión.


No he vuelto a encontrar otro personaje tan simpático como aquel taquero a quien todos estimábamos mucho. Cuando por la mañana le tocaba “hacer cola” al mismo Presidente Municipal, la “raza” le gritaba ¡Chamarula atiéndelo, es el Presidente! Y el contestaba ¡Alo madre! ¡Hasta que le toque! Y todos nos reíamos con muchas ganas ante la increíble simpatía de este “amigo” (El llamaba “amigo” a todos). Cuando tardaba uno un poco, los tacos se acababan. Entonces, quedaban dos opciones: una, caminar dos cuadras cortas y comer tacos de caguama con el taquero que colocaba su “carrito” a la puerta del pequeño hotel “Kino” y la otra ir al centro (también cercano) y comer tacos de “chilorio”(carne molida adobada) que vendía una anciana a las puertas de la entonces Oficina Federal de Hacienda.


Ahora dejemos descansar los recuerdos y vayamos con lo nuestro. El Ayuntamiento en aquel tiempo era panista. El Gobernador aunque no estoy muy seguro, parece que era Luís Encinas Johnson.


Como sigue sucediendo en la actualidad, cuando la Presidencia Municipal de la capital de estado está a cargo de un miembro de partido político opuesto a aquel al que pertenece el Gobernador, el alcalde, panista, era hostigado con frecuencia por el gobernador priísta.


Alguien convenció a la policía municipal para que se declarasen en huelga (parte del hostigamiento de que hablamos), aun cuando las normas establecían la exclusión del cuerpo policiaco, de este derecho laboral. El pretexto fue el aumento de sueldo y, los elementos policíacos se instalaron a la entrada del edificio municipal, portando algunos de ellos cartelones con consignas.


El sonorense, es en general bromista y bullanguero y cuando pasaba en su automóvil cerca del grupo “huelguista” llamándolos a veces por su nombre, les gritaban cosas que hasta a ellos los hacía reír, porque, a estos hijos de Sonora, les es difícil disgustarse.


Por mi parte, me puse a recorrer la ciudad por toda la Av. Serdán hasta el Periférico y después de regreso. Ya en ese entonces (en aquellos tiempos) eran bastantes los semáforos y señales de tránsito.


Durante todo el tiempo que estuve circulando no vi que alguien se pasara un alto o hiciera alguna maniobra vial no permitida. Su ausencia en los cruceros (la policía era simultáneamen de tránsito y preventiva) se notaba porque no se escuchaba el sonido del silbato.Daba gusto ver el orden y la moderación que guardaban los automovilistas.


Al otro día los periódicos locales destacaron el buen comportamiento ciudadano, así como que no hubo hechos violentos ni delitos durante la ausencia total de vigilancia policíaca. Las autoridades municipales ignoraron completamente a los guardianes en huelga.


El segundo día transcurrió en las mismas condiciones y al temer los policías que se fuera a prescindir de ellos definitivamente, optaron por disculparse ante sus superiores y reanudar su labor. Si no mal recuerdo, cuando reiniciaron su trabajo, también reiniciaron los problemas viales y los hechos delictuosos. ¡Bueno! Pudo haber sido coincidencia.


Ese, mexicanos, es el problema actual, “la seguridad”. Ahora estamos por aquí en el altiplano de la República, recordando aquellos buenos tiempos en la tierra del Mocho Obregón (que así lo nombran allá), eliminador de las grandes figuras de la revolución; Adolfo de la Huerta, ilustre político y revolucionario, además de cantante profesional; Abelardo Rodríguez, revolucionario y brillante financiero fundador precisamente de la Nacional Financiera y Plutarco Elías Calles, estadista, come curas y fundador del Banco de México y del PNR, PRM o PRI.


Nacidos en: Huatabampo, Hermosillo, Guaymas y, Guaymas otra vez, respectivamente. Los cuatro sonorenses y ex Presidentes de México.


Si los Presidentes que estuvieron después de Cárdenas, se hubieran parecido aunque sea un poco a de la Huerta, Rodríguez y Calles, otro gallo nos cantara.


¿Pero de que subplaneta habrán venido rateros, genocidas e ineptos a castigar al noble pueblo mexicano, pretendiendo infructuosamente gobernarlo? ¿No será que la delincuencia los ha tomado y los sigue tomando como patrones? No sería de dudarse. Hay mucho de donde imitar.


Nuestras “autoridades” han nacido, crecido y vivido con la creencia de que el terror, la violencia, la matanza y en general la desaparición física de los ciudadanos que no encajan en su maleta, además de la humillación, la prepotencia y el mal trato, es la forma de gobernar “con mano dura para que no se me salgan del huacal” ¡Qué le parece!


Han acuñado frases para la Real Academia Española como: “Denle un buen susto” (Esto significa para los serviles verdugos… que maten) Pero la autoridad lo disfraza para después poder lavarse las manos y decir “se les pasó la mano”


“Ya me tiene (n) hasta la madre”. “Se los dejo a su criterio”


El pueblo aprende: “Págales a unos judiciales para que le den una madriza” (remedio muy popular entre los mexicanos que por fortuna casi siempre queda en boconada)


“Rómpanles la madre”..... “Ya oyeron lo que ordena “el señor”…”El señor” así llaman los ridículos y serviles guaruras que padece este país, al que los manda a comprar tortas y se protege con ellos para que “no lo rapten” ¡Ah! y los manda por los niños a la escuela.


Muy a propósito de lo que se debe hacer, cuando se es hombre, recuerdo algo que leí del escritor y periodista, tabacómano y cafetómano, Roberto Blanco Moheno: Nos cuenta que aquel que fue cineasta, productor, director, actor principal de sus propias películas y posiblemente quien vendiera en la taquilla los boletos, pero ante todo, brillante fabricante de churros, el famoso cubano Juan Orol, en una ocasión, cuando su esposa era la muy guapa (como todas sus mujeres) Rosa Carmina, ésta recibió una carta nada menos que del mafioso cacique poblano Maximino Avila Camacho, entonces seguramente Gobernador de aquella entidad, citando a la dama a determinada hora de día determinado.


Juan Orol se concretó a esperar el día y hora de concertación de la cita y con pistola al cinto, sin guaruras, y la carta, se apersonó con Maximino preguntándole qué se le ofrecía con la Sra. Rosa Carmina, ya que él era el esposo. El temido cacique parece que se encogió de hombros y en ese momento dio fin al acoso. Esa es la historia que pude redactar, más o menos, con lo que recuerdo haber leído. Los detalles se los pueden preguntar a Blanco Moheno.


¿Crees tú, amable lector, que este cubano creador de la cinta cinematográfica “Charros contra Gansters” pueda compararse en su actitud que ya relatamos-con los júnior maricones, “artistas” y políticos que andan para arriba y abajo con este lastre? (los guaruras).


Por cierto que hay que abonarle a Víctor Cervera Pacheco y a López Obrador (con seguridad habrá muchos otros) el hecho de que siempre se han movido sin estas lampreas.


Habiéndome desviado de nueva cuenta del tema de seguridad, retomémoslo.


La “prueba contundente” a que se refiere el título de este texto, es el comportamiento ciudadano ejemplar -con ausencia total de policía- que les relaté haber vivido en Hermosillo, Son. Lo que quiere decir que quienes delinquen o protegen a los delincuentes, son los policías.


Añoramos a los zorreros, los carteristas, los paqueros y aun a los chineros tan violentos, pero que no matan. Ahora resultan blancas palomas estos criminales junto a los despiadados asaltantes, violadores y secuestradores que asesinan sin piedad a toda clase de seres humanos, incluidos niños y mujeres. Este terrible encono contra la sociedad, que siempre ha existido por las abismales distancias entre ricos y miserables no llevaba al asesinato, la tortura y la mutilación mas que en contadas ocasiones.


Ahora, a ese rencor contra la sociedad, se suma el efecto de las drogas heroicas (no les veo lo heroico), que día a día proliferan gracias a la protección policíaca de que gozan los malditos narcotraficantes. ¿Por qué no publica la Secretaría de la Función Pública las declaraciones patrimoniales de los funcionarios de las Procuradurías y de los policías adscritos?


Ahora se mata a los secuestrados porque la policía tiene ficha donde puede ser identificado. (¡Que poca! ¿Verdad?)


No es cierto que vaya a haber lucha contra el hampa. ¿Por qué? Porque gran parte de la policía está mezclada con el hampa.


Si Marcelo Ebrard, por ejemplo, acuartela los fines de semana a los treinta y cinco mil policías a su cargo, la tranquilidad reinará en la ciudad de México. Podría resultar otra “prueba contundente”, sí, de que la policía es “la del boleto” Esto no quiere decir que no existan miles de policías honestos, pero no están escogidos y allí está el problema.


Si la honestidad no existe en la cúpula, no habrá poder humano capaz de batir a la delincuencia.

Dzunum
2004